La conservación del agua en entornos urbanos ha ganado relevancia debido al aumento de la población y el estrés sobre los recursos hídricos. Las iniciativas comunitarias se presentan como una respuesta eficaz, promoviendo la participación ciudadana activa y el cambio de hábitos colectivos. Estas acciones no solo buscan reducir el consumo, sino también crear conciencia sobre la gestión responsable del agua, involucrando a distintos actores sociales y fomentando soluciones colaborativas que repercuten positivamente en la sostenibilidad de las ciudades.